La primera dama de Irlanda del Norte, la señora Iris Robinson, adalid del puritanismo, protestante evangelista radical y azote de homosexuales, parece que no aplica en su vida privada el mismo código de conducta severo y puritano hasta la médula que exigía a sus conciudadanos.
Resulta que "misis Robinson", doña Iris para los amigos, no tenía bastante con su maridito, (a la sazón presidente de Irlanda del Norte y líder del partido radical unionista anticatólico DUP, al que también ella pertenece), sino que andaba en un "affaire" (en adelante, "lío") con un guayabito de diecinueve años. Pero cuál es mi sorpresa cuando leo hoy que doña Iris estaba liada también, previamente, con el padre del guayabito, y que antes de morir éste, doña Iris le prometió que cuidaría de su hijo. Debe ser por eso por lo que doña Iris le puso al chaval un pisito-cafetería con dinero público, para que se fuera apañando, mientras él le hacía algún que otro "favorcillo".
En fin, sobra cualquier comentario que yo pueda hacer sobre la doble moral y la hipocresía puritana. Pero no me resisto a acompañar esta entrada con un éxito de ayer, hoy y siempre. Con todos ustedes, Simon & Garfunkel con su "Mrs. Robinson". Tienes la traducción aquí.
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